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Vuelta a las aulas...¿ Cómo afectará a nuestros hijos?




La campana está a punto de sonar para todos, las mochilas están casi listas y en medio de mil incertidumbres nos acercamos dolorosamente al regreso a las aulas.


Es retórico decir que el paso del coronavirus ha dejado marcas, heridas. Para los niños, que llevan muchos meses fuera de la escuela, libres de las rutinas habituales, el regreso puede ser un momento estresante y difícil de gestionar ya que tienen que afrontar un reajuste drástico y con muchas novedades e incertidumbres.


Ciertamente los chicos se ven invadidos por multitud de emociones: están eufóricos por respirar un poco de normalidad nuevamente, están felices de volver a ver a amigos y profesores, pero esta incertidumbre contínua no los hace descansar tranquilos, así como el miedo a no poder seguir el ritmo, a no adaptarse a esta nueva forma de regresar, a las nuevas normas.


Muchas son las frases que hemos escuchado en consulta en estos días por parte de los chicos:

"No puedo esperar a que comience la escuela, literalmente estoy contando hacia atrás: no pensé que la echara de menos de esta manera"

"Extrañé demasiado a mis amigos, quiero volver a divertirme con ellos"

"Tengo la ansiedad de retomar y no poder seguir el ritmo de todo"

"No sé si podré escuchar el despertador, con las lecciones en video hice lo que quería"

" ¿ Y si vuelven a cerrar el cole? "

"Tengo miedo de ponerme enfermo"


¿Cuáles son los miedos más comunes?


1. REANUDAR SU RUTINA DIARIA

Después de tantos meses de aprendizaje a distancia, en sus casas, en los que cuerpo y mente se han habituado a otros ritmos, una de las preocupaciones es precisamente la de tener que cambiar los hábitos y volver a los tiempos marcados por obligaciones y actividades; no es fácil para los adultos y mucho menos para los niños.


2. PERDER SU LIBERTAD

Otro gran temor de los jóvenes es que ya no podrán tener tanto tiempo libre. Tras una larga pausa, en la que han sabido gestionar mejor el tiempo, la idea de volver a verse abrumados por la tarea, el estudio y las múltiples actividades extraescolares que ocupan su agenda, le hace vivir la escuela como una especie de coacción, perdiendo de vista todos los aspectos positivos.


3. VOLVER A LA CUARENTENA OTRA VEZ

Durante el verano pudimos experimentar de primera mano lo impredecible que puede llegar a ser la situación actual: las infecciones pueden sufrir un aumento, todo puede volver a cerrarse y tener que volver a confinarnos. Nadie está seguro de cómo será el año escolar. Todo esto hace que se corra el riesgo de generar experiencias de ansiedad, miedo y esa sensación de precariedad que nos hace sentir como si se pisa sobre huevos. Precisamente por eso, los niños y adolescentes sin duda deben ser ayudados para poder afrontar este delicado momento de la mejor manera posible.





¿Cómo afrontar este comienzo?


GRADUALIDAD Y FLEXIBILIDAD

Este año exigirá mucha adaptabilidad a los cambios que habrá que afrontar durante el curso escolar. Ciertamente hay que ayudarlos a volver a la rutina gradualmente, sin comenzar inmediatamente con los madrugones, las prisas, a correr, gritar, discutir sobre la escuela y la tarea. Es conveniente comenzar unas semanas antes a organizarse y a ir adaptándonos a las rutinas que nos esperan.


TENER SENTIDO

Debemos ayudarlos a sacar a relucir todo lo que sienten emocionalmente, acompañarlos a reflexionar y racionalizar, creando un diálogo con ellos sobre lo que han vivido en los últimos meses, sobre las secuelas que llevan dentro y sobre las preocupaciones de los próximos meses. Necesitamos hablar con los niños y hacerles comprender la importancia de encontrar un equilibrio para adaptarse a esta nueva realidad.


NO DEJES ESPACIO PARA PENSAMIENTOS NEGATIVOS

Es importante ayudar a nuestros hijos a no alimentar la pesadez emocional de este período con frases como: "No lo quiero", "No puedo hacerlo", "Estaremos de nuevo en cuarentena de todos modos" "No podré levantarme temprano", "Será un trauma reanudar", “Estoy atrasado en todos los asuntos”. Hay que ayudarles a cambiar de punto de vista y pensar a la inversa sobre las cosas positivas que puede ofrecer la escuela: compañeros, amistades, risas en clase, bromas, enamoramiento.


PIENSA EN EL PRESENTE

De nada sirve pensar en lo que puede pasar en los próximos meses: no sabemos a qué nos enfrentaremos y cómo gestionaremos la situación. Ayudar a los niños a centrarse en el presente y en el inicio del curso es la estrategia adecuada para que disfruten al máximo del reinicio. Debemos enseñarle que los acontecimientos de la vida se enfrentan uno a uno, cuando están frente a ellos, sin vendar la cabeza antes de romperla.





En general, no debemos minimizar y subestimar el caos al que han sido catapultados nuestros hijos. Es fundamental reconocer sus miedos, hacerles sentir nuestra cercanía pero no solo esto, también necesitan sentir y tener la confianza y seguridad de los adultos y redescubrir el lado bueno de la escuela, lo que les permitirá vivir también momentos de despreocupación y felicidad.



Artículo traducido y adaptado de https://www.adolescienza.it/ por Cristina Vera Valle

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