Como cualquier otra época de la vida, en la edad adulta, también se nos presentan conflictos y situaciones que nos

angustian por su intensidad y por la incapacidad de solucionarlos por nosostros mismos. Es momento, entonces, de

acudir a consulta y solicitar la ayuda de un profesional y por medio de la terapia psicológica llegar a controlar y superar dichas dificultades a partir de los recursos adquiridos en las sesiones terapéuticas.

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Cuando los problemas afectan al desarrollo de la persona e interfieren en sus relaciones interpersonales, en su mundo laboral y personal hay que buscar respuestas y soluciones, para descubrir las causas y afrontar la situación.

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Como objetivo primordial tendremos la superación y aceptación de sus dificultades, la rehabilitación del paciente a

todos los niveles, así como la prevención y promoción de hábitos saludables. Pondremos en práctica una serie de medidas que le lleven a la puesta en práctica de estrategias de enfrentamiento, que ayuden a hacer frente a las diferentes problemáticas planteadas, siempre adaptándonos a las características y circustancias personales de cada paciente.

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El ojetivo final, por tanto, es dar a la persona la llave que le permita tomar las riendas de su vida fuera de la consulta y hacerle ver la responsabilidad que tiene como agente activo en la terapia.

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